Autor: Sandi Lerman; Educador comunitario
Septiembre es el Mes Nacional de Concientización sobre la Prevención del Suicidio – un momento en el que se comparten historias y recursos para ayudar a terminar con el estigma y ayudar a las personas a comprender cómo ayudar a alguien en riesgo. Si bien a veces es difícil hablar sobre el tema de la crisis de salud mental y el suicidio, es esencial que conozcamos las señales de advertencia y qué hacer cuando alguien que conocemos puede estar en riesgo.
Los adolescentes son uno de los grupos de mayor riesgo de suicidio. Por esta razón, los padres, maestros y cuidadores deben estar equipados para apoyar a los adolescentes en crisis. El suicidio adolescente es un problema creciente y es la segunda causa principal de muerte entre los adolescentes y adultos jóvenes de 15 a 24 años, solo superada por los accidentes.. Desde los años 2007-2017, el número de suicidios de jóvenes de 10 a 24 años aumentó a un ritmo alarmante de 6,8 muertes por cada 100.000 personas a 10,6.
Los adolescentes pueden sentirse abrumados por sentimientos de tristeza, depresión o desesperanza, y debido al estigma y la vergüenza relacionados con la salud mental, pueden sentirse solos y no saber a quién acudir en busca de ayuda. Los pensamientos de suicidio pueden durar mucho tiempo o pueden resultar en un intento de suicidio impulsivo. Un adulto cariñoso equipado con conocimiento y compasión puede hacer una gran diferencia, y tal vez incluso salvar una vida.
FACTORES DE RIESGO
Los adolescentes y niños de cualquier edad con enfermedades mentales subyacentes, como ansiedad y depresión, tienen un mayor riesgo de suicidio. Las condiciones de salud mental son comunes en adolescentes y adultos jóvenes, con más del 50% de todas las enfermedades mentales que se desarrollan a los 14 años y 75% a los 24 años (NAMI).
Otros factores de riesgo pueden incluir los siguientes:
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- conflictos familiares, problemas o cambios repentinos
- cualquier pérdida importante o rechazo
- intimidación y sentirse inseguro en el hogar o la escuela
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- intento de suicidio previo
- antecedentes familiares de intentos de suicidio
- exposición a la violencia
- acceso a armas de fuego o medicamentos
SEÑALES DE ADVERTENCIA
Las señales de advertencia pueden ser verbales, conductuales o situacionales.
Un niño o adolescente que dice algo como “Solo quiero morirme” o “Me voy a suicidar” siempre debe ser tomado en serio, incluso cuando parece estar bromeando. Los adolescentes pueden decir estas cosas para ver cómo reaccionan los padres u otras personas, y es importante pedirles amablemente más información sobre por qué pueden tener sentimientos suicidas. Los adolescentes también pueden lanzar indirectas verbales, como decir "de todos modos, nadie se preocupa por mí" o "ya no tendrás que preocuparte por mí".
Algunas señales de advertencia de comportamiento incluyen las siguientes:
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- Pérdida de interés en las actividades favoritas
- Estado de ánimo enojado o irritable
- Cualquier cambio repentino de comportamiento.
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- Regalar posesiones preciadas
- Retirarse de los miembros de la familia más de lo habitual
- Comportamiento impulsivo, arriesgado o abuso de sustancias
A veces, los adolescentes se encuentran en situaciones desafiantes que los hacen sentir impotentes y sin esperanza. Algunas de estas situaciones pueden incluir:
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- Ser castigado en casa o en la escuela o miedo al castigo
- Malas notas, reprobar una clase o expulsión
- Intimidación, discriminación, racismo, acoso, sentirse inseguro en la escuela
- Problemas familiares de cualquier tipo: conflictos con los padres, dificultades financieras, mudanzas no deseadas
- La pérdida de un amigo o la ruptura de alguna relación importante
- Cambiar de escuela, maestros, consejeros, entrenadores u otras personas que eran importantes para el adolescente
QUÉ HACER SI SOSPECHA QUE SU ADOLESCENTE ESTÁ DEPRIMIDO O SUICIDAS
Si le preocupa que un adolescente que le importa pueda tener una crisis de salud mental, es importante abrir las líneas de comunicación y tener una conversación con el adolescente de inmediato.
Sea directo y pregúntele al adolescente cómo se siente y qué problemas podría tener. Tenga en cuenta que preguntar directamente sobre el suicidio no aumenta el riesgo de suicidio, en realidad ayuda al adolescente a sentir que usted está al tanto de lo que está sucediendo y puede reducir sus sentimientos de ansiedad por abrirse.
Algunas preguntas que puede hacerle a su adolescente:
- “Me di cuenta de que ha estado (explique su preocupación/lo que ha notado)…. ¿Te has sentido triste o deprimido últimamente?”
- “Me encantaría saber cómo te sientes y qué está pasando en este momento. No estoy enojado contigo, solo quiero escuchar”.
- “¿Has estado pensando en el suicidio? (si la respuesta es sí) ¿Tiene un plan sobre cómo hacer esto?”
Una vez más, no tenga miedo de hacer la pregunta directa sobre el suicidio. Saber que te importa puede salvar una vida, e incluso si el adolescente no tiene tendencias suicidas activas, hacer la pregunta demuestra que eres una persona segura para hablar sobre este tema importante.
¿DÓNDE PUEDO OBTENER AYUDA PARA MI ADOLESCENTE?
Si su adolescente está en una crisis inmediata, puede llevarlo a la sala de emergencias más cercana para una evaluación y una derivación a los servicios apropiados necesarios. Si su hijo está deprimido pero no está considerando suicidarse en este momento, sigue siendo una buena idea hablar con el médico de su hijo para obtener una derivación a un profesional de salud mental calificado para una evaluación y un tratamiento de seguimiento, según sea necesario.
Los desafíos de 2020 han hecho que la salud mental y la concienciación sobre el suicidio sean aún más importantes, ya que muchas personas sienten los efectos de un enorme estrés e incertidumbre. Necesitamos hacer todo lo posible para apoyar a nuestros adolescentes en tiempos difíciles para brindarles esperanza y mantenerlos a salvo.
LÍNEAS DE CRISIS
Si usted o alguien que conoce está experimentando una crisis, necesita referencias o simplemente quiere que alguien lo escuche, puede comunicarse con las siguientes líneas de crisis para obtener ayuda:
- Línea de vida nacional para la prevención del suicidio: 1-800-273-8255 Texto: 741741
- Proyecto Trevor (LGBTQ): 1-866-7386 Texto: 678-678