Si has leído mis blogs anteriores, quizás sepas que en las dos últimas entradas he hablado del poder de la naturaleza y del agua. Me gustaría añadir a esta lista de "poderes", si me lo permites, el poder del trabajo pesado.
Ahora bien, seré la primera en admitir que no siempre he tenido mucho éxito logrando que mi hijo se comprometa por completo con el trabajo pesado. Pero sí lo hace, y sin duda le ha ayudado. Aunque no lo crea, lo cierto es que el trabajo pesado ejerce mucha presión sobre sus músculos, lo que le ayuda con sus dificultades de procesamiento sensorial, planificación motora y capacidad de concentración.
Y aunque nos cuesta terminar nuestro trabajo pesado, he oído hablar de otras personas que han tenido buena suerte con estas cosas. Por ejemplo, conozco a una madre que a menudo le pide a su hijo que mueva una carga de leña por el jardín antes de entrar a casa después de la escuela. Y al día siguiente, la vuelve a colocar donde estaba.
Me doy cuenta (y ella también) de que parece un poco raro, pero lo disfruta... sobre todo desde que se dio cuenta de lo mucho que le ayuda. Puede que me esté equivocando, pero además del trabajo pesado, esto también le da tiempo para relajarse y disfrutar del aire libre y del sol.
Pero la mayoría de nosotros probablemente buscamos ideas más típicas (y quizás más fáciles de incorporar). Así que aquí les presento algunas que he recopilado, sin ningún orden en particular:
- correr
- jugar a atrapar la pelota (¡con una pelota con peso es aún mejor!)
- saltando en un trampolín
- jugando a la rayuela
- saltar la cuerda
- barras de mono
- escalar en los equipos del patio de recreo
- andar en bicicleta
- montar un patinete no eléctrico
- nadar (salir de un trampolín es especialmente bueno, también bucear hasta el fondo para recoger juguetes de buceo o monedas)
- palear nieve
- cavando en la arena
- rastrillar hojas
- haciendo flexiones (en el suelo o contra la pared)
- Llevar pequeñas pesas de mano o usar pesas en las piernas
- llevando una manta pesada
- regar las plantas con regadera
- llevando comestibles
- Tirar de alguien en un trineo (obviamente, en invierno con nieve sería más fácil, pero una zona con césped espeso también funcionaría)
- tirando de un carro
- empujando un cochecito
- empujando un carrito de supermercado
- pasar la aspiradora
- Llevando una cesta de ropa llena
- trapeando
- general
- remover o amasar masa de pan
- mover muebles
- reorganizando libros en los estantes
- jugando con plastilina o masilla
- lucha libre (e incluso dudo en mencionarlo porque podría agravar un sistema nervioso sensible… ¡así que usa tu propio criterio!)
Hay muchas otras formas de lograr que su hijo incorpore trabajo pesado a su día; observe a su alrededor para ver qué cosas ya disfruta y aprovechelas.
Sé que podría parecer que les estoy añadiendo más trabajo al sugerirles que añadan esto, pero quiero animarles a que, si a su hijo le cuesta saber dónde está su cuerpo en relación con los demás, reservar tiempo para el trabajo pesado debería ser una prioridad. Si lo hacen, me atrevo a suponer que verán que no necesita obtener esa información saltando de los muebles y chocando con la gente.
Atentamente,
Kris